Flora y Fauna
El paisaje agrario que impera en toda la comarca: paridera, tinadas y apriscos ganaderos, aldeas y pequeñas casas de labor, balsas y casitas de huerta; salpican el terreno, otorgando una inconfundible ambientación rural.
Recortes del terreno, en oteros, vallejos y cerros, adornados con porciones de vegetación: pinos, encinas, sabinas enebros, chopos, olmos, acacias, olivos y almendros; otorgan al paisaje el cromatismo propio, casi necesario, para alegrar las tierras panizas y de sementera. Una amplia red de caminos, veredas y vías agrarias, recorren los dominios de la Mancomunidad La Ribereña. Todo este trazado ofrece una amplia oferta de uso alternativo y recreativo: senderismo, cicloturismo, paseos a caballo, etc.
Espacios Naturales
Embalse de Alarcón:
Los espacios naturales que alberga la Mancomunidad La Ribereña, son varios y de un calado y tipología diversa. El humedal que
constituye el propio Embalse de Alarcón, posee unas expectativas deportivas, de ocio y recreativas, difícilmente de igualar. Playas arenosas en sus riberas, pinares, calas y farallones, siembran las orillas en los terrenos que circundan el perímetro del pantana. Un espacio a tener en cuenta, pendiente de ser explotado debidamente con la infraestructura necesaria. Deportes como la vela, windsurf, piragüismo, pesca, remo; tienen cabida en unas aguas tranquilas, abiertas y de grandes recorridos como las del Embalse de Alarcón.
Recientemente, se ha creado en Valverde de Júcar la ruta de senderismo: «Espejo de Valverde», ruta que puede realizarse a pie o en bicicleta y que transcurre por los alrededores de la población, con una distancia de 10km. Parajes naturales, miradores, tramos sobre la ribera del embalse de Alarcón, observatorio de aves y variada flora y fauna, configuran este sendero, cómodo de recorrer y de alta calidad paisajística.
Hoces, Pinares y Montes:
Hoz del río Gritos: Cañón calcáreo que recorre parte del curso del río, concretamente, entre las localidades de Valeria y Valera de Abajo. Un paraje de fuerte impacto cromático y paisajístico, en las estaciones de otoño y primavera. Roquedos que se alzan a una altura de 82 metros, paredes verticales aptas para la escalada libre; riberas sembradas de chopos, acacias, romeros y tomillo, verdadero paraíso para el senderismo y cicloturismo. Un espacio natural, muy bien conservado, a salvo de inadecuadas construcciones con impacto medioambiental.
Pinares y montes: como el Rodenal (Hontecillas), La Sabina (Valverde de Júcar), El Romeral y El Sabinar (Olmedilla de Alarcón), Mezquitas (Valverde de Júcar), Cañada del Hoyo (Olmedilla de Alarcón), Alcol y Nabodres (Barchín del Hoyo), El Noguerón (Olmeda del Rey), suponen el verdadero pulmón de la Mancha Alta de Cuenca. Extensos espacios (algunos, fincas particulares) que ofrecen una variada fauna y flora.